Alimentos Integrales
Se denominan alimentos integrales a todos aquellos alimentos que se encuentran en su estado original antes de ser sometidos a cualquier un proceso de refinación (congelación, deshidratación, extracción, envasado, etc.), el cual reduce aprox. el 80% de su valor nutritivo. Debido a su estado pre-refinado, reciben el nombre de alimentos integrales.
Si los alimentos son integrales contienen más vitaminas, minerales, enzimas, aminoácidos y carbohidratos complejos que los alimentos refinados, como por ejemplo la harina corriente, pan blanco, cereales refinados, azúcar blanca, pastas, etc.; los cuales han perdido casi totalmente su valor nutitivo.
Sus múltiples cualidades los convierten en alimentos muy saludables para el organismo, pero no deben consumirse indiscriminadamente ya que contienen más calorías que los alimentos refinados.
Un alimento integral en su mayoría producen rápidamente saciedad y no facilita la acumulación de grasa en los tejidos. La presencia de integrales en nuestra dieta diaria, contribuye a la pérdida de sobrepeso y grasa.
Propiedades
Su mayor valor nutricional y su alto componente de fibra, permiten convertir la grasa directamente en energía, evitando que esta se acumule en los tejidos y las arterias, previniendo la aparición de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
La presencia de fibra permite al organismo asimilar las calorías lentamente y no de forma brusca, que por lo general ocasiona malestares como somnolencia, especialmente a la hora del almuerzo. Paralelamente la fibra mejora la digestión y el aprovechamento de los nutrientes, teniendo además un efecto laxante, lo cual ayuda a mantener un tubo digestivo sano y limpio, favoreciendo la eliminación de sustancias cancerígenas o tóxicas.
Poseen gran cantidad de vitaminas, sales minerales, proteinas, enzimas y sustancias que contribuyen a mejorar la salud, reforzando la vitalidad de nuestras células y permitendo su regeneración.
Conservan su contenido de vitaminas (especialmente vitamina E y complejo B) y minerales, además de otros micronutrientes, como selenio, zinc, cobre, cromo, magnesio, fósforo, etc.
Los alimentos integrales como el arroz pardo, el trigo, la avena y el centeno integrales no sólo tienen un sabor delicioso, sino que también son muy beneficiosos para la salud, ya que reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiacas y ciertos tipos de cáncer.
Sustituir refinados por integrales es dar un “cambio simple” en la dieta, tal como se afirma en una reciente revisión sobre el tema. ¿Cómo se hace? Pues consiste simplemente en la sustitución de los típicos cereales refinados (pan, arroz, pasta, cereales de desayuno, base de pizza) por el mismo alimento pero integral. ¿Resultados? Pues nada menos que obtener un importante impacto positivo en la prevención de los factores de riesgo más comunes en occidente, como se muestra a continuación.
Recientes investigaciones epidemiológicas a gran escala demuestran que el consumo regular de cereales integrales puede reducir el riesgo de sufrir trastornos cardiacos coronarios y algunos tipos de cáncer hasta en un 30%. No es de extrañar que en el simposio internacional sobre los alimentos integrales y la salud que se celebró en Finlandia en junio de 2001 se concluyera que tomar más alimentos integrales puede mejorar la salud.
Durante siglos, los cereales como el trigo, el arroz, el maíz, la avena y el centeno han sido elementos fundamentales de la dieta. Se han consumido en todo el mundo en una gran variedad de productos, desde la pasta en Italia hasta las gachas de avena en Escocia. Sin embargo, la mayoría de los productos se elaboran a partir de cereales refinados. Esto significa que las partes exteriores del grano, el germen y el salvado, se eliminan al triturar los cereales en la molienda, conservando el albumen, compuesto principalmente de fécula, que se muele para obtener harina blanca.
Entre los nutrientes que contienen los cereales integrales se encuentran la vitamina E, el complejo vitamínico B y minerales como selenio, zinc, cobre, hierro, magnesio y fósforo. Además, estos cereales aportan proteínas, hidratos de carbono complejos y sustancias protectoras como los lignanos (fitoestrógenos vegetales con propiedades contra las enfermedades cardiacas y el cáncer.
¿Es por la fibra?
Datos de estudios prospectivos en amplias muestras de la población reflejan que la reducción de los eventos cardiovasculares, atribuibles al consumo de fibra, son mayores de lo que cabría esperar como consecuencia
Los alimentos integrales son cereales que conservan sus nutrientes al no haber sido refinados. Los
alimentos integrales son los granos enteros que no fueron despojados de la
cáscara y poseen toda la fibra.
Los cereales
integrales contienen micronutrientes
y oligoelementos muy beneficiosos
para la salud. Estos alimentos ayudan a que el cuerpo permanezca en un estado
alcalino previniendo así muchas enfermedades.
La cáscara de los alimentos integrales, además de
poseer fibra, también es fuente de innumerables nutrientes que se pierden
cuando el cereal pasa por el proceso de refinamiento y molienda.
Los alimentos integrales
aportan vitaminas y
minerales: vitamina complejo B, hierro, tiamina,
riboflavina y niacina, selenio, zinc, cobre, magnesio, fósforo, grasas
poliinsaturadas, entre
otros nutrimentos.
Su consumo en la dieta diaria
se logra mediante la incorporación de panes y pastas elaborados con harina
integral, arroz integral, cereales de desayuno,cereales enteros, salvado
de trigo, germen de trigo, etc.
Cuando hablamos de los alimentos integrales ocurre algo similar a los productos
light, creemos que son alimentos que por comerlos nos van a ayudar de manera
notable a adelgazar y esto ni mucho menos es cierto. Un alimento integral es un
alimento muy completo, ya que conserva íntegro el grano del cereal y por tanto
tendremos más fibra, vitaminas y minerales,
pero realmente el ahorro calórico es escaso: apenas un 5%-10% por 100 gramos en el caso
del pan o cero en otros productos, ya que depende del uso o no de grasa y
azúcares para su elaboración.
Es cierto que al tener más fibra tenemos un tránsito
intestinal más movido, pero eso y la pérdida de peso no tienen
relación. Además es como el resto de alimentos, no depende de qué comamos para
adelgazar sino más bien cuánto comemos de estos alimentos. Podemos comer
alimentos integralespero pasarnos de porciones y por tanto de calorías,
no ayudando a la pérdida de peso.
Comer alimentos integrales es saludable y necesario, pero más bien
por el aporte que nos dan de fibra, vitaminas y minerales que por ayudarnos de
manera notable a adelgazar. Y no olvidemos que todo en exceso es malo, en el
caso de la fibra también, donde si nos empeñamos en comerlo todo integral
podemos ocasionar una dificultad a la hora de absorber nutrientes, gases o
enlentecimiento del tránsito intestinal (justo el efecto contrario al que tiene
en dosis correctas).
Si se quiere perder peso, el tomar alimentos integrales, al
igual que productos light, puede ayudar, pero no es determinante en el camino
de quitar kilos. Lo realmente importante es llevar una rutina constante de
ejercicio y menos calorías, sólo así podemos conseguir la meta que nos
proponemos.
Alimentos integrales: una sana alternativa para nuestra dieta
Además
de saludables, pueden ser el ingrediente protagonista de deliciosas recetas
Tal
vez puede parecer que ‘lo integral’ es cosa una moda más o menos reciente. Sin
embargo, este tipo de productos han sido consumidos desde hace siglos por las
más diversas civilizaciones. Y es que, en realidad, su único ‘secreto’ consiste
en el uso de cereales de grano a la hora de su elaboración. Esto quiere decir que
las partes exteriores del grano, el germen y el salvado no se eliminan en el
momento de la trituración, tal y como ocurre con los cereales refinados.
Así, la gama de variedades culinarias integrales que hoy en día nos ofrece el mercado es enorme: arroz, pasta, pan, bizcochos, galletas de todas las formas y sabores... Pero si por algo se caracterizan estos alimentos, además de por su delicioso sabor, es por sus múltiples beneficios para nuestra salud:
- Mejoran el tránsito intestinal y contribuyen a prevenir el estreñimiento.
- Pueden prevenir enfermedades como el cáncer, en especial el de colon.
- Proporcionan una sensación de saciedad que evita la ingesta de otros alimentos más calóricos, un aspecto importante en las dietas de adelgazamiento. No obstante, esto no quiere decir que se puedan tomar sin medida: lo que realmente varía respecto a los alimentos refinados es su cantidad de fibra, vitaminas, minerales y nutrientes y no tanto en el número de calorías, por lo que se puede decir que tanto unos como otros aportan similar cantidad de energía.
- Ayudan a reducir los niveles de colesterol y, por tanto, el riesgo de enfermedades cardíacas.
- Son ideales para las personas con diabetes , ya que su ingesta no produce ‘picos’ elevados de glucosa en sangre.
Así, la gama de variedades culinarias integrales que hoy en día nos ofrece el mercado es enorme: arroz, pasta, pan, bizcochos, galletas de todas las formas y sabores... Pero si por algo se caracterizan estos alimentos, además de por su delicioso sabor, es por sus múltiples beneficios para nuestra salud:
- Mejoran el tránsito intestinal y contribuyen a prevenir el estreñimiento.
- Pueden prevenir enfermedades como el cáncer, en especial el de colon.
- Proporcionan una sensación de saciedad que evita la ingesta de otros alimentos más calóricos, un aspecto importante en las dietas de adelgazamiento. No obstante, esto no quiere decir que se puedan tomar sin medida: lo que realmente varía respecto a los alimentos refinados es su cantidad de fibra, vitaminas, minerales y nutrientes y no tanto en el número de calorías, por lo que se puede decir que tanto unos como otros aportan similar cantidad de energía.
- Ayudan a reducir los niveles de colesterol y, por tanto, el riesgo de enfermedades cardíacas.
- Son ideales para las personas con diabetes , ya que su ingesta no produce ‘picos’ elevados de glucosa en sangre.
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